¡Bien! ¡Bien! Lo conseguí. Si hay alguien ahí, ya puede cantar la bonita canción del osito Knut, que se hizo famoso en la última edición del festival de Berlín (como el premio es un oso... ¡Ay, qué ocurrentes!). A su mamá le dio el pronto de rechazar a sus dos cachorritos, y Knut tuvo la fortuna de ser criado por un cuidador del zoo de la alemana capital (su pobre hermanito no fue tan afortunado).
En definitiva, una cancioncilla para que uno ponga en práctica su alemán (aunque éste se limite a "chucrú", "franfur" y "subenestrugenbajen") y se enternezca con las imágenes de este cachorrín que dentro de nada se habrá convertido en un verdadero asesino de lindas foquitas. ¡Así es la naturaleza!
El osito Klaus
Aquí tenemos una prueba visual de lo mal que puede llegar a pasarlo un come focas en su tiempo de asueto. ¡Pobre Klaus! (que en realidad es el gemelo de Knut; no es que muriera, sino que acabó vagando sin rumbo por el Polo Sur). Conclusión: aunque sea blanco nuclear, tiene una suerte más negra...
NOTA DE LA BLOGUERA: Estoy buscando el nombre del autor/ra del vídeo en cuestión, pero no he tenido éxito. Si alguien lo encuentra (ese alguien que pueda estar leyendo esto, es decir, purgui o laquenoharotounplato, incluso MadreNohayMásqueUnayAtiTeEncontrénLaCalle), que lo anote en el comentario. Así no olvidamos al artífice/za (juas) de las sonrisas que pueda habernos provocado. Fin.
